NUNCA digas "NO"... !!!!


Fue un día, no recuerdo exactamente cuando, hace bastante tiempo de ello, eso seguro... pero si… Soy consciente de que hubo un momento de lucidez en mi vida ( de los pocos, jeje) en el que reflexioné de modo profundo y decidí que algo debía cambiar en mi forma de hacer las cosas. No sé qué fue aquello que lo motivó, pero debió ser algo importante en ese momento para mí. Aunque, si lo pienso bien, tampoco sería tan importante, si al día de hoy, lo tengo borrado de mi memoria. 

El caso es que fuera lo que fuera, se lo tengo que agradecer profundamente, porque me provocaría un cambio de actitud sobre como afrontar los devenires que el destino ha ido poniendo en mi camino a partir de entonces…

Te preguntarás cual ese cambio tan trascendental, no ??… A todos nos pica la curiosidad… jeje !!!… No me voy a hacer mucho de rogar, estimado amigo… Ahí te va…

“NUNCA DIGAS NO”… Vale, te puede resultar una afirmación excesivamente tajante, lo sé. Todo tiene sus matices, no te me adelanteeeeeeesssss !!!… enseguida los abordaré, pero lo que tengo clarinete es que para que la idea cale en mi cabeza, debe ser un concepto claro y conciso, sin recovecos ni laberintos… Eso quizás lo sepa descifrar una mujer, cuya capacidad de razonamiento es un misterio inescrutable. Pero para la mentalidad masculina, créeme que es lo que funciona. Directo y al “grano”… no empieces a darle vueltas a las cosas… el camino recto, es el más rápido.

Es decir, debes grabarse a fuego en tu cerebro este eslogan… “NUNCA DIGAS NO”. Esa debe ser la premisa principal. El pensamiento de origen del que tienes que partir, para cualquier propuesta que alguien te pueda  sugerir o que se te pueda presentar por aquellos azares de la vida… Te parecerá posiblemente una chorrada, pero no lo es. Piénsalo. Tiene su lógica.


Resulta mucho más difícil y complicado para tu mente deshacer la idea del “NO” como partida inicial. La negativa por respuesta a todo y a todos como mecanismo de defensa, para tenerte luego que autoconvencer de lo contrario y recular ante los demás, expresando disculpas. 

De este tipo de personas conozco a muchas. Todo tiene pegas, todo saldrá mal… excusas, excusas… y por lo general, sin ningún tipo de alternativa u opción que presentar para hacer mejor el escenario presentado. Es mucho más cómodo destruir, que crear. Por eso hay tan pocos genios y manadas de criticones… o “haters” por amoldarnos a la expresión de estos tiempos que vivimos, en el que las redes sociales han llegado para quedarse ( para bien y para mal).

Por el contrario, a este pensamiento negativo, se enfrenta su antagonista. El pensamiento positivo. ACEPTAR inicialmente de modo intrínseco todos los avatares, para en una segunda fase, analizarlos y tomar la decisión más apropiada según el caso y las circunstancias personales del momento. 

Y si, lo prometido es deuda. A continuación los matices que te había adelantado….

… Dependerá de los “valores” de cada uno y como de importantes sean para cada cual. Yo, por mi parte, creo en la “palabra” dada y ésta, como siempre se ha dicho en mi casa… “va a Misa”… Si le he dado conformidad a alguien sobre algún asunto, sea de la naturaleza que sea, si después llega otra propuesta incompatible en su esencia con la primera, lo lamento, pero obtendrá mi negativa por respuesta con carácter general, que excepciones podrá haber…  Por ejemplo, si llego a un acuerdo económico de forma verbal y después llega otra propuesta mucho mejor que la anterior sin papeles de por medio…. Pueeeeeeeeesssss Ejem !!!... donde dije “digo”… digo “Diego”… que una cosa es ser un tipo “legal” y otra “tonto del bote"… Jajajajaja ¡!!!... Los valores a los que hago referencia son los derivados de las relaciones personales en el ámbito sentimental.


… Y claro que toda decisión conlleva un espacio de reflexión. Tampoco es el “SI” por el “SI”, sin pensar. Puede haber circunstancias de diversa naturaleza que te hagan decantarte por el “NO” o alguna expresión más suave como el “quizás”, “tal vez”, “depende” y hasta poder proponer alguna otra alternativa para consensuar con el peticionario. 

Mi experiencia me ha hecho aprender que en ocasiones, el orgullo, la pereza, el desinterés, me han privado de hacer cosas y conocer personas de las que luego me he arrepentido.

Dejar de hacerlas sin razones reales de peso, son oportunidades que dejas atrás y que probablemente no vuelvan a presentarse jamás. Nunca sabes las cosas buenas que pueden llegar a acontecer de un presumible mal plan a priori. Dependerá mucho de tu actitud para que de aquello, saques cosas positivas.

No hay que ponerse “barreras” mentales por situaciones que en muchos casos, son producto de nuestra pura y diabólica imaginación. Hay que pensar que SI SE PUEDE. Si luego, no ha sido así, al menos que por tu parte no haya sido por no haberlo intentado.

NUNCA DIGAS NO, al menos sin detenerte a pensarlo.

A mi, me ha funcionado.


Mi Generación Z se actualizará cuando tenga algo que contarte... No sufras 😉 http://migeneracionz.blogspot.com

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