La noche anterior jugaba el equipo de fútbol que ocupa mi corazón, el Real Madrid CF, en partido clasificatorio para las semifinales de la Champions League. Había que defender la renta del 3-1 cosechado en el partido de ida, jugando el de vuelta en el escenario mítico de Anfield Road, frente al Liverpool, aunque sin público, por las restricciones del Covid.
Y es que cada uno es como es y lo mio por el Madrid es pura pasión. Todo el dia lo tenía en la cabeza, deseando que llegará el momento de sentarme en el sofá delante de la televisión y que el balón comenzará a rodar sobre el césped.
El partido respondió a las expectativas que me imaginaba. Sufrimiento brutal durante los 90 minutos, ante las embestidas de los rojos sobre la meta defendida por Courtois, quien se erigió como héroe del partido con enormes intervenciones de mérito, junto a los actores secundarios Nacho y Militao, habituales suplentes... y como no, el de siempre.. Casemiro.
Se consiguió el objetivo. Empate a cero. Estamos en semifinales !!!!... Yuuuuuuhuuuuuuuu !!!!!... Pero tras el pitido final, tenía la sensación de haber corrido tanto o más que los jugadores... qué cansancio psicologíco... ¡¡¡ La Virgen !!!!... Es lo que tiene vivir con tanta intensidad los partidos. Me quedé un poco más viendo el post partido con los analististas del programa deportivo y el repaso a las repeticiones de las mejores jugadas... pero al dia siguiente había que madrugar... (más aún)... Así que... a la camaaaaaaaaaaa !!!!
Al dia siguiente volvía a la oficina después de 13 meses, desde que por motivo de la pandemia, allá por marzo del 2020, nos mandaron a casa a teletrabajar... Qué excitación !!!... Así que me metí en la cama con un coctel molotov de emociones en la cabeza, que me llevó a estar dando vueltas sobre el colchón como casí una hora hasta que conseguí por fín, conciliar el sueño... Fer, mira si has puesto la alarma... no te vayas a quedar dormido, melón...
Desayune. El dia anterior, me había hecho una tortilla francesa de dos huevos con queso y jamón york. Tosté unas rebanadas de pan y me preparé un sandwich que envolví cuidadosamente en papel de plata, para comer. Lo guardé en la mochila. ¿ La tarjeta de identificación para poder acceder?... Ok, aquí ésta. Pues venga... A lavarse los dientes, hacer la cama, vestirse y salir por la puerta...
Mi amiga y compañera de trabajo Gema, vendría a recogerme en coche. Y es que bueno, me quitaron el carnet de conducir hace unos meses por ser un niño malo. Pero de esa historia ya tienes otro post en el blog. Se retrasó unos minutillos, pero sobre las 6:55h ya estabamos camino de la oficina...
... Qué poco he echado de menos todo este tiempo meterme en la carretera... los malditos atascos, frena, embraga... cuelate, se cuela el otro... y si ya llueve.... Buuuuuuuuffffffff !!!!... Pero caramba, que bien iba la circulación... Nos plantamos en apenas 35 minutos. De lujoooooooo !!!!...
Accedimos al garaje de la empresa y allí aparcó su coche Gema. Baje del vehiculo y que extraña sensación... !!!... Qué pocos coches !!!. Nada que ver con lo que sería un dia normal antes de la pandemia. Y es que mi empresa ha proyectado el retorno de modo paulatino. Nos han dividido en dos grupos, en el que unos van una semana y los otros, la siguiente. Además, para los que teniamos la modalidad de teletrabajo, nos lo siguen respetando y el 40% de la teorica jornada presencial, tambien se puede hacer desde casa... por lo que al final, me toca ir a la oficina un dia de cada quince. Dos al mes... vamos, que el retorno será muy llevadero... No me puedo quejar.
Caminamos desde el parking con la mochila a la espalda y mi portatil al hombro, hacía nuestro edificio charlando amigablemente. El sol ya empezaba a desesperezarse en un cielo aún oscuro. A la entrada de los tornos de acceso, como noooooooo.... el gel hidroalcohólico para las manos y un pack de mascarillas para coger, que bueno, como las regalaaaaaaaaaaannnn... me pille dos. Que la mia, ya la llevaba puesta y me gusta más con su banderita de España... jeje !!!
... Me gustó volver, la verdad. Al menos, por romper la monotonía de pasar cada dia encerrado en casa. No fue, sin embargo, el mejor para hacerlo sin lugar a dudas. Estaba medio grogui. Zoombie total. Encima, con la mascarilla puesta todo el rato... que hartito estoy del trapo. Pero he de reconocer que para trabajar se está mejor que en la cocina, donde habitualmente he instalado mi puesto de trabajo en mi hogar, expuesto a todo tipo de tentaciones... jeje. Pero como todo en la vida... Tiene sus pros y contras. Y es que mientras no descubran la "teletransportación"... lo de tener que coger el coche y los madrugones, se llevan mal, para que engañarnos...
... En cualquier caso, suspiro porque la "vieja normalidad" que conociamos, vuelva pronto... con sus pros y sus contras, si... Porque al final y después de todo... que felices eramos y no lo sabiamos, querido amigo.
Mi Generación Z se actualizará cuando tenga algo que contarte... No sufras ;)
http://migeneracionz.blogspot.com
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