Ayer me acosté eufórico con la victoria de mi Madrid sobre el Granada en un partido muy bien jugado por los míos en la primera parte, que luego se complicó en la segunda, terminando pidiendo la hora... En fin... Se ganó y con ello, tenemos casi, casi, casi... la liga ganada.
Pero hoy ya es otro dia. Nos tocaba ahora a nosotros dar la cara. Para conseguir las metas hay que sufrir... No se regala nada. Y esta aventura es buena prueba de ello.
También me desperté durante la noche desvelado, pero bueno, descanse creo que lo suficiente. Vuelta a la rutina mañanera que me voy a ahorrar repetir, porque básicamente es lo mismo a lo relatado en otros episodios en hoteles distintos. Vestirse, desayunar, cepillarse los dientes, acabar de preparar la maleta y dejarla en el hall para que los de la agencia se la lleven al siguiente punto de destino.
También me desperté durante la noche desvelado, pero bueno, descanse creo que lo suficiente. Vuelta a la rutina mañanera que me voy a ahorrar repetir, porque básicamente es lo mismo a lo relatado en otros episodios en hoteles distintos. Vestirse, desayunar, cepillarse los dientes, acabar de preparar la maleta y dejarla en el hall para que los de la agencia se la lleven al siguiente punto de destino.
Emprendimos la marcha sobre las 7:45h rumbo a Arzúa. Casi 30kms nos esperaban de camino para nuestras piernas...Buuuuufffffffff!!!. La noche anterior hable con los chicos para cambiar la estrategia. Las etapas anteriores las hicimos con muy buen ritmo con la idea de llegar a comer al pueblo. La primera se nos dió bien, pero en la segunda, algo más larga, notamos como llegamos con las pilas muy justitas.
Para esta ocasión, la idea era ir más tranquilos y hacer dos paradas en el camino. Una en el kilómetro 14 en la localidad de Melide. Bonito y ambientado pueblo donde es famosa la pulpería Ezequiel, en la que degustamos un par de raciones de pulpo a feira que estaban de muerte...
Hasta llegar hasta allí, la verdad es que disfrutamos muchísimo del paisaje. Bosques frondosos y verdes que hacían envolvernos de un manto celestial, cuasi divino. Los pajaritos hacían tronar sus gargantas durante el camino. La temperatura era muy agradable. Nos sentíamos físicamente bien. Incluso Hugo parecía caminar a muy buen ritmo. Todo genial. Sólo que cometí el error de dejarme guiar por mis hijos y ponerme la chaqueta por las horas tempranas, que al cabo de unos pocos kilómetros acabó en la mochila, aumentando el peso de la misma. Pero hasta entonces todo era de 10.
Al salir ya de la pulpería, el plan era hacernos otros 10 kms hasta Ribadixo de Baixo que se supone había un albergue-bar para parar a comer.
Mi mochila pasó a la espalda de Victor y yo caminaba más liberado. Pero Hugo ya empezó a manifestar molestias en sus talones. Bajamos de manera notable el ritmo. El camino seguía siendo atractivo a la vista, pasando por pueblecitos muy coquetos, bonitos bosques, pero ya alternando también con algunos caminos paralelos a la carretera y otros de asfalto. Ya los kilometros iban pesando en las piernas y yo sufría al ver que Hugo se quedaba atrás cada dos por tres debido a sus molestias. Comenzaron los "toboganes" de empinadas cuestas y bajadas y no veíamos el momento ya de reponer fuerzas. Pero al llegar el punto kilométrico 25,400 donde teóricamente debería haber el albergue-bar... ni rastro de ello. Se lo había tragado la tierra !!!!... En fin... que los chicos estaban ya que no podían más con sus botas. Pero les anime a continuar con la esperanza de encontrar algo abierto más adelante...
Y si... unos 2 kilómetros después, como si de un oasis se tratara en el desierto, apareció el Bar Manolo... jajajaja !!!... si, no me lo invento. No había ni el tato. Todas las mesas parecían recogidas. No tendremos tan mala suerte de que este cerrado, mecangolamarsalada !!!... Pero si, estaba abierto. Me atendió una señora mayor, mientras mis hijos se descalzaban sentados alrededor de una mesa de plastico en la terraza. Nos pedimos unos bocadillos de pepito de ternera con queso de Arzúa que estaban espectaculares... Uhmmmmm !!!
A todo esto, minutos antes, se me ocurrió consultar en el google maps donde quedaba nuestro hotel, Casa Brandariz y me quedé perplejo cuando ponía que nos quedaban 2 hora y 20 minutos andando... No puede seeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrr !!!... volví a mirarlo incrédulo y si, no estaba en la localidad de Arzúa si no en Dombodán. Llamé prestó a la agencia para decirles si era un error y me dijeron que no. Que debía llamarles para que nos fueran a buscar para llevarnos hasta allí y luego nos llevarían de vuelta de retorno al camino. Parece ser que me informaron, pero no lo recordaba. ¿Error mio?... Puede ser.
Bueno, el caso es que después de degustar los ricos bocadillos y llamar a Susana que andaba preocupada por donde estaba... Nos volvimos a poner en marcha ya un poquito hasta las narices de andar... Y por fín.... llegamoooooooooossssssssssss !!!!... Serían cerca de las 16:30h. Llamé al hotel para que vinieran a buscarnos. A los 10 minutos se presentó un taxi y nos trajo hasta aquí. Bastante bonito, de aspecto rustico y en el que estamos confortables. Una duchita reparadora y unas masajes en los pies con crema hidrante para luego sobre las 20h cenar.
Hoy ni siesta ha dado tiempo... llegando a estas horas !!!!. Casi mejor. Cojeré la cama con gusto y supongo que dormiré del tirón, sin desvelarme como en las noches anteriores.
La verdad es que estoy muy feliz por haber terminado la etapa más dura del camino. Las dos siguientes no llegan a 20kms... Me hace ser optimista que lo lograremos. Claro que siiiiiiii !!!!!
A por ello !!!
Quiero rendir un pequeño homenaje a mis dos "bastones" sobre los que me apoyo en esta preciosa aventura... mis hijos, Victor y Hugo. Somos un GRAN equipo. OS QUIERO !!!!!!!
Mi Generación Z se actualizará cuando tenga algo que contarte... No sufras ;) http://migeneracionz.blogspot.com
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