La leyenda del hilo rojo !!!



Una mañana cualquiera de tu vida abres los ojos. Quizás la diferencia sea que tengas que apagar la alarma de tu despertador o que lo hagas por tu propia voluntad… Decides incorporarte de la cama para comenzar un nuevo dia… 

... Depende de las circunstancias del momento y del ánimo que tengas, lo harás con mayor o menor ilusión… con más o menos energía. Pero consciente de ello o no, lo cierto es que un nuevo desafío se abre ante ti. De tu actitud dependerá en gran parte los frutos que recojas al término del dia, pero no menos cierto es, que hay otras circunstancias ajenas a tu voluntad que de modo positivo o negativo afectarán a que acabe bien, mal o regular… Cada dia es especial por ello... mágico, por mucho que nos empeñemos en pensar a ciertas edades, que vivimos en una constante y tediosa rutina… 

... Sin embargo no es así. Cada dia es distinto al anterior. Piénsalo y me darás la razón.

Si te soy sincero, no recuerdo que hice aquel dia que me cambió la vida... Si, es verdad, al margen de lo expuesto, que hay dias que pasan sin pena ni gloria... Pero aquel iba a terminar de manera abrupta.

Me metí en la cama pronto. Suelo madrugar mucho para ir a trabajar y evitar los atascos. Tenía el móvil con el vibrador puesto cargando en la mesilla al lado de mi almohada y aún despierto, sonó un par de veces de manera continuada. Lo cogí por curiosidad.  Eran unos wassaps de mi hermano.

Leí aquellos mensajes. Un escalofrió corrió por mi espina dorsal. La mujer de un querido amigo de mi juventud, Nico, del que hacía ya casi veinte años no sabía nada, había fallecido de cáncer. Se llamaba Esther. Le di las gracias a mi hermano por comunicármelo y aquella noche no pude conciliar el sueño pensando en ello...

Por la mañana, me desperté ya con la imagen del dolor de mi amigo y mi pensamiento de escribirle aún después de todo el tiempo transcurrido, para transmitirle mis condolencias y afecto. Nadie mejor que yo podía saber por lo que estaba pasando. El destino había sido caprichoso con nosotros, uniéndonos por el dolor de vivir durante muchos años la lucha contra un muy poderoso enemigo, que terminó por ganarnos la guerra más cruenta.

Hablamos. No pude asistir al velatorio por lo precipitado del momento, pero quedamos en vernos en mejor ocasión para charlar tranquilamente.

Pasado el momento de shock, me acordé de otra persona que fue muy especial en mi vida, mi primer amor, Susana, que era amiga de Esther y que durante aquellos maravillosos años, salíamos juntos. Por las circunstancia que no vienen mucho al caso, pero achacables en gran medida a mi inmadurez de no tener claro que queria... cortamos nuestra relación y perdí su pista por más de 30 años...

Tenía su número de teléfono, pero a pesar que a menudo me acordaba de ella, por lo mucho y bien que me marcó en mi vida, nunca tuve el valor suficiente para escribirla y saber como le iba en su vida. Me la imaginaba felizmente casada y con hijos trabajando en su sueño que por aquel entonces era ser periodista.

Me llene de valor y me decidí a escribirla un dia 15 de octubre. Le dije que era Fer. Primero presentarse, que después de tanto tiempo y recibir un wassap así de repentino, me cabía la duda razonable que ni se acordará ya de mi. Le comenté lo triste de la tragedia del fallecimiento de Esther y empezamos a charlar amigablemente sobre lo que había sido de nuestras vidas en todo este tiempo...

Le dije que mi mujer había fallecido también de cáncer en julio. Y para mi sorpresa, ella se había ido de casa de su marido en la misma época, después de unos años de crisis matrimonial. 

Aquella fatal casualidad en nuestras vidas, nos abrió el camino a seguir hablando y hablando... risas, complicidad, mil anecdotas... Hasta que decidimos vernos en persona un dia 26 de Octubre.

No veía el momento de volver a reencontrarnos y darle un abrazo cariñoso por todos los buenos recuerdos que guardaba de aquella entrañable etapa. Siendo honesto, no esperaba mucho más de aquello que un encuentro amistoso, sin que fuera a más la cosa. Muchos años habían pasado y no somos los niños de entonces. Físicamente y emocionalmente hemos cambiado por nuestras experiencias personales.

El punto de encuentro fue en la placita del metro de Aluche, junto a la estatua de la niña que 
camina con sus libros. Yo estaba nervioso aquella tarde. Llegue con tiempo y aparque cerca del lugar, en el parque de Aluche, donde la cascada del lago artificial. Sali del coche, caminando con mil imágenes en la cabeza de como sería volver a verla y como estaría físicamente. Durante todo el tiempo que estuvimos chateando, se negó a enviarme ninguna foto suya actual y hasta bromeo (no lo tenía claro entonces) sobre su aspecto físico.

Llegué puntual a la cita a las 19:00h. Mis ojos y mis pasos iban dirijidos con paso firme hacía el punto de encuentro, cuando oí mi nombre sonando de su dulce voz. Allí estaba, sentada en un banco, con su sonrisa radiante, bella... Tal como la recordaba.  Nos fundimos en un abrazo que me pareció durar una eternidad. Nos besamos en la mejilla y... ¡¡¡¡ SURGIO LA MÁGIA !!!

Habían pasado 30 años, pero el mundo parecía haberse congelado. Apenas llevaba unas pocas horas con ella, escuchando anodado, todo lo que había vivido durante tanto tiempo, y ya sentía que mi corazón bombeaba... Mis sentimientos estaban intactos. Ella parecía sentir lo mismo por mi.

A partir de aquella maravillosa cita, vinieron otras y otras más... cada cual mejor que la anterior. Ella me hablo en la primera cita de la leyenda japonesa del hilo rojo. Hay personas que llevan anudado un hilo rojo invisible atado a su dedo meñique que les une por siempre y que por muy larga que sea la distancia que les separen y sea por lo que pasen en sus vidas, terminan por encontrarse. 

Me encantó aquella historia. Siempre he sido un tipo que he creido que existe algo incomprensible a la mente humana, que hace que las cosas sucedan si realmente quieres que sucedan...  La vida hizo que ocurrierá. 

No sé lo que nos deparará el futuro. Vivamos el presente. Vuelvo a ser FELIZ con una mujer muy especial con la que me gustaría vivir el resto de mi vida. La mujer que quiero. Mi complemento perfecto.

TE QUIERO SUSANA (siempre te quise)

GRACIAS A LA VIDA por ponerte nuevamente en mi camino.
El hilo rojo...








Mi Generación Z se actualizará cuando tenga algo que contarte... No sufras ;) http://migeneracionz.blogspot.com

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Gracias Fer por tus palabras!!
Me encanta que hayas retomado tu magnífico blog compartiendo nuestra bonita historia... Es historia que demuestra que los pequeños gestos se pueden convertir en pequeños milagros que llegan cuando menos te lo esperas y cuando más los necesitas. Estoy convencida de que nuestro hilo rojo nos ha unido y no nos volverá a separar...
TE QUIERO MUCHO.
Fer ha dicho que…
Jamás de los jamases... ;)