Para este viaje no necesitaba alforjas...!!!

Muy buenas !!

"Para este viaje no hacían falta alforjas" dice el sabio refranero popular español. Cuanto de verdad encierra esta frase en tan pocas palabras....No me negaras que es muy frustrante prepararte mentalmente para un cambio en tu vida, sea cual fuere, tomar una decisión por más o menos difícil que pudiera ser, dar los pasos necesarios para conseguir el objetivo pretendido... Y terminar por darte cuenta, que el esfuerzo fue en vano y que después de todo lo andado, te encuentras exactamente en el mismo punto en el que comenzaste... Eso si, con una diferencia... que además... tienes un cabreo de dos pares de narices...

Y es que me parece una tomadura de pelo, que se juegue así con los sentimientos de la gente... Vale, yo soy un tipo que suele verle las cosas buenas a todo (al menos lo intento) y sacar experiencias positivas de todo aquello a lo que me pueda enfrentar, la mayoría de las veces, bofetadas de mayor o menor calibre. Las encajo como se puede, pero eso no quiere decir que no duelan.... leches, que si duelen... que alguna te hace girar la cabeza como a la niña del Exorcista... Pero poco a poco vas echando callo. Se convierten en muescas que te hacen más fuerte, y hace que lo vayas sobrellevando mejor..

La introducción esta viene a cuento porque todos y cada uno de nosotros, tenemos distintas facetas según el ámbito en el que nos encontremos. Como pareja, como amigo, como padre... En mi faceta laboral, llevo desempeñando la misma actividad muchos años. Demasiados para los que a mi me gustaría. Nada de lo que caiga en mis manos tiene secretos para mi. Me ocurre muchas veces que es empezar a leer un correo u oir hablar a alguien que me vaya a solicitar o consultar alguna cosa...que ya sé de que va el tema...Las mismas caras, los mismos problemas, las mismas soluciones... buffff !! ... que fastidio.

Además llevo sin que me suban el sueldo, desde que Franco era corneta....bueno, algo menos... pero ya me entiendes...

Si ya sé. Debería alegrarme de tener un trabajo estable y bien remunerado para los tiempos que corren, con lo que esta cayendo ahí fuera... Y por supuesto que lo valoro y mucho... Pero caramba, uno tiene también su cosa de querer mejorar profesionalmente, no conformarse y hacer cosas distintas que te aporten algo nuevo. Llevo intentando salir de donde estoy desde hace un tiempo. Desde que sentí que mi ciclo estaba acabado. En mi empresa tenemos la posibilidad de cambiar de actividad a través de convocatorias de puestos vacantes en otras unidades, pero estas son escasas, piden un perfil muy concreto, no me resultan atractivas, o.... bueno, no adelantemos acontecimientos...

Resulta que antes de acabar el año, vi publicada una convocatoria de selección de personal, para un puesto en una actividad que me resultaba interesante. Se necesitaba una persona para asumir unas competencias de cierta responsabilidad y en cuyas características solicitadas me veía reflejado como un guante. Además aquello, representaba una promoción profesional y un salto económico, no para tirar cohetes, pero bueno... bien. Eche mi candidatura al puesto, presentando mi curriculum actualizado con todas las funciones realizadas a lo largo de mi trayectoria en la empresa y me quede a la espera de noticias...

Vaya por delante, que a los jefes no les agrada lo más mínimo que alguien de su equipo opte a salir de su madriguera. Lo ven como una especie de deslealtad, como una traición... Les haces un agujero gordo, que luego necesitarían cubrir y no les hace ni pizca de gracia. Así que, cuando te toca avisarles de que te has presentado a una plaza, tienes que hacer de tripas corazón y aguantar el careto que te pongan. Aunque negar, no pueden negarse, a mi me quedan dudas si luego por detrás, ponen algún tipo de traba a que tu candidatura progrese... Llámame desconfiado, pero razones tengo aunque no podría probarlo.

Pasaron un par de semanas y recibí un correo informándome que había sido preseleccionado entre los diferentes candidatos y me citaban para una entrevista personal. Vaya !!, me dije... ya he hecho más que en anteriores ocasiones, pero sin embargo, tampoco aquello me hizo despegar ni un sólo pie del suelo. Qué ya me he llevado muchos chascos en la vida...!!

Llegó el día y allí estaba yo como un clavo, a la hora fijada. En la sala ya estaba la entrevistadora, una señora de unos cincuenta y pico años. Bien vestida y como recién salida de la peluquería. "Buenos días" le dije empujando la puerta entre abierta. "¿ Fernando ?" me contestó. "Si" (él mismo que viste y calza, pensé) ¿ Quieres un café ? me preguntó. "No, muchas gracias" le dije con una gran sonrisa Profiden mientras tomaba asiento enfrente de ella tras una mesa. Este tipo de preguntas son de las de cortesía, para romper el hielo... Si la llego a decir que si, la meto en un aprieto. Porque cafetera no había, invitarme fuera al bar, sería un trastorno y sacarme un café de la máquina de 30 cts, un asquito. Así que sin dilatarlo más, la mujer se puso en faena.... Lo cierto es que la señora era agradable y hacía porque me sintiera bien en la entrevista. Primero se me presentó y me contó su vida y milagros durante 15 minutos sin parar de hablar, en los que yo únicamente sonreía y cabeceaba asintiendo, que parecía un chinito. Después llego mi turno...

Qué porque me presentaba al puesto... que cual eran mis objetivos... que funciones había desempeñado en mi trayectoria profesional... Qué cual era mi mejor virtud y peor defecto.... Vaya tela !!!... empecé pelín nervioso, pero al cabo de unos minutos, parecía que estuviera hablando con el tendero del barrio...

Tras más de una hora de intensa charla, me dijo que estaba entre los tres pre-seleccionados y que me llamarían para otra entrevista personal con el jefe de la unidad. Me deseo suerte. Un apretón de manos y salí por la puerta. Hasta luego (Lucas, me dije para mis adentros). Una tarea menos... un paso más hacía ¿¿..??...

Pasó de aquello más de un mes y pico. Pasaron las navidades, con sus turrones y sus uvas. Las cortas vacaciones acabaron y me volví a incorporar. Pero sin noticias de la 2ª entrevista. A todo esto, aunque no quieras... tu imaginación ya empieza a volar, te empiezas a ver en el otro sitio, con nueva actividad, nuevas personas... dejando atrás la monotonía del dia a dia... Hasta que por fín, me llamaron. ¿Fernando ? Si... ¿ Te viene bien hablar hoy sobre tu proceso de selección a las 16:00 h ?. Si, claro. Pues nada. Nos vemos... Y colgué el teléfono. Buffff, pues menos mal que hoy tocaba afeitarme y cambiarme de camisa, porque vamos... anda que te avisan con tiempo...

Me presente ante mi futuro jefe, un tipo con cara de malas pulgas, muy estirado, y perfectamente trajeado. Tome asiento y enseguida empezó a contarme de manera atropellada lo que se esperaba del puesto, funciones y bla... bla... bla... Enseguida comprendí que aquello no iba bien. Sus preguntas eran concisas y se percibía claramente que le importaba una mierda lo que le dijera... Apenas levantaba la mirada de la hoja, donde tomaba notas con su bolígrafo en una plantilla que los de Recursos humanos les pasan para cumplimentar. Me agradeció mi tiempo y se despidió con un apretón de manos.Ya está. Supe en ese mismo momento que no había sido yo el elegido.

Dos días después, notificaron el nombre de la persona seleccionada. La plaza ya tenía nombre y apellidos desde el principio. Vamos, que ya estaba adjudicada de antemano para la persona que ya estaba haciendo esa actividad, pero con una categoría inferior....

Osea que todo fue un paripé de cara a Recursos humanos... En fin, de todo se saca algo... o no ?

¡¡ Seguiremos intentándolo !!

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