Muy buenas !!
Pero siguiendo con la misma línea argumental.... Ambición, no tiene porque llevar implícito todas las aseveraciones anteriores. Ser ambicioso supone querer mejorar en el ámbito que sea. Profesional y/o personal. No conformarse con lo que se tiene y anhelar de manera intensa, el objetivo que se pretende, luchando por cumplir ese sueño con todas las fuerzas.
Así que tu mism@, con tu mecanismo !!...
Hay ciertas palabras de nuestro lenguaje que por el motivo que sea, llevan asociadas a nuestra mente una etiqueta moral negativa.Tienen un carácter peyorativo impreso en su cadena cromosomática, que en sentido estricto no tendrían por que tener.
Por ejemplo, si digo que Javier criticó a Manolo.... Es casi seguro a que el 95% de las personas a los que les preguntáramos que piensan de Javier con tan sólo esta información. Sin aportar más detalles sobre su persona.... contestarían que el tal Javier, es una portera de finca, un cotilla de m..., hasta algunos echándole imaginación, darían por hecho que eran amigos, y entonces le calificarían de traidor, judas... etc...
La palabra "CRITICAR" conlleva automáticamente una connotación negativa para el que la oye o lee. Pero si en el mismo ejemplo, digo que Javier es un periodista especializado en literatura y Manolo es un escritor que acaba de lanzar su último libro al mercado... La critica sería emitir un juicio o valor, con espíritu objetivo sobre la obra realizada por su autor. La critica podría ser mala, pero podría ser buena, también... no ??
Es decir, que criticar no tiene porque ser algo negativo.
Bien, pues a la palabra "AMBICIÓN" le pasa algo similar. Si alguien habla de ambición, sin mayores detalles del contexto en que se efectúa, todos pensaríamos... Si, si.. ¡¡ tu también !!, aunque ya te huelas por donde voy a salir.... que la persona que recibe este calificativo, debe ser alguien sin ningún tipo de escrúpulos. Alguien que no le importaría empujar a su propio hermano por la ventana, con tal de ascender un puesto en la línea sucesoria o "apuñalar" a su mejor amigo, para obtener un cargo más importante en su empresa. Alguien que sólo se quiere a si mismo y que antepone su objetivo (sea el que sea) a cualquier otra cosa que tenga en su vida; amigos, familia, hijos... pisando a quien haga falta.
Pero siguiendo con la misma línea argumental.... Ambición, no tiene porque llevar implícito todas las aseveraciones anteriores. Ser ambicioso supone querer mejorar en el ámbito que sea. Profesional y/o personal. No conformarse con lo que se tiene y anhelar de manera intensa, el objetivo que se pretende, luchando por cumplir ese sueño con todas las fuerzas.
Si no se tiene ambición, no hay movimiento. Es conformismo. Los grandes triunfadores que todos tenemos en la cabeza, se han forjado gracias a su tenacidad, a su confianza en si mismos, y sus ganas de mejorar hasta conseguir la meta que se han propuesto. Si quieres triunfar, no lo dudes... deberás tener ambición para lograrlo.
Pero todo tiene un precio. Nada es gratis. Es así que si uno se centra en ese nuevo objetivo con demasiado ahinco, con excesiva obsesión, habrá otras cosas que pasarán a un segundo plano. Llegando incluso en algunos casos, a practicamente desaparecer de las cosas que no hace mucho te interesaban y eran tu vida. Cuidado ahí con las cosas que empiezan a desvanecerse de tus prioridades... porque se comienza por no tener tiempo para ir al cine con tu pareja o tomar esa cerveza con los amigos, luego por no llegar a casa a la hora de cenar, hasta acabar no dandole el beso de buenas noches a tus hijos... ¡ No se puede tener todo !.
Además, ser ambicioso no te garantiza que se consiga el éxito. Si no se consigue finalmente el fin pretendido, producirá una fustración que según cada caso particular, podría llegar a conducir a situaciones trágicas para la persona.
Hay que ser muy fuerte mentalmente para no venirse abajo al no lograrlo y darse cuenta de todo lo que pudieras haber perdido por el camino como consecuencia de haber priorizado tu sueño, sobre otras cosas importantes.
¿ Cual es la moraleja de toda esta "chapa" que te he metido ?.
Pues lo que siempre digo. Todo debe llevarse en su justa medida. La ambición por si misma, no es algo malo, pero sin embargo, un exceso en la dosis de ambición suministrada, puede provocarte efectos secundarios no deseados. Consecuencias nocivas que pudieran hacer nublar tus sentidos y llevarte a transformarte en un tipo egocéntrico, un autentico gilipollas, al que nada ni nadie le importara que le haga desviarse de su único objetivo.
Así que tu mism@, con tu mecanismo !!...
Hasta la próxima amig@ !!
Comentarios
Con que hombre...¿eh?. ¡Jajaja!.
( para hombretón ese capitán...¡aupa Dragones!)
saludos.