Muy buenas !!Sigue la hegemonía del deporte español en las grandes citas mundiales... Seguro que tienes los nombres de nuestros deportistas en la cabeza y no descubro nada nuevo, pero ¡¡ leches !!... es que se me hincha el pecho de orgullo de estar en todo lo alto de las númerosas modalidades deportivas... fútbol, fútbol sala, baloncesto, natación sincronizada, hockey sobre patines, tenis (Rafa Nadal y la selección), Motos (Pedrosa y Jorge Lorenzo), Fórmula 1 (Fernando Alonso, que volverá... seguro), balonmano....
... Y el ciclismo. Yo sin ser un gran aficionado a este deporte, para mi, pienso que con riesgo a poder equivocarme, es el más sacrificado de todos los que existen... Meterse en las piernas etapas de cientos de kilometros, un dia, otro dia, otro dia,... subir puertos con pendientes brutales, luchar contra el frio, el calor, la lluvia, el viento, los rivales.... Para mi, estos tios son de otro mundo, por lo general, menuditos (exceptuando el caso del mítico Induraín) pero fuertes como rocas y con corazones de león en su pecho.
Sin querer defender a los tramposos, es que no me extraña, que tengan que meterse sustancias que les permitan aguantar todo ese ritmo infernal. Hay que valer para ello. Para sufrir como ellos sufren encima del sillín de una bicicleta. Y con el agravante de que los sueldos de estos señores, por poner el ejemplo de las grandes estrellas del ciclismo, no tienen nada que ver con el de las grandes figuras del balonpie, y que decir de los pobres cuasi anónimos gregarios...
Me alegra ver que llevamos un tiempo largo sin conocer casos de dopping en este bello deporte que tanto daño le estaba haciendo. Que se hable del ciclismo por sus gestas, de las grandes escapadas, de la entrada al sprint para ganar una carrera... que no, porque han pillado bolsas de sangre en un equipo de los participantes como en anteriores ediciones del tour de Francia, del Giro de Italia o la Vuelta a España...
Una de estas bellas gestas la ha protagonizado nuestra estrella más brillante del panorama ciclista internacional actual, que para orgullo nuestro, es español, Alberto Contador, nacido en Madrid en el año del naranjito, 1982. Cuando escribo esta post, no sé todavía si conquistará nuevamente los campos Elyseos con su tercer tour de Francia, que sumaría a su palmares de ser el primer español de haber ganado las tres grandes vueltas, tras el Giro y la Vuelta. Yo estoy seguro que en la contrareloj del sábado se hará con la victoria, salvo desastre mayúsculo que no preveo. Pero independientemente que este astro de carácter sencillo, se vuelva a coronar por tercera vez como rey del mundo ciclista, quería dedicarle esta entrada por lo que ayer ví (el jueves 28)
Contador venía de hacerse con el maillot amarillo en una etapa marcada por la polemica de no haber esperado a Andy Schleck, cuando a éste se le salió la cadena de su bicicleta. El madrileño atacó y consiguió sacarle el tiempo necesario para hacerse con el liderato que hasta entonces tenía el luxemburgues. En mi opinión creo no actuo mal. Pienso que el deporte tiene estas circunstancias. No hizo juego sucio. Otra cosa sería si como en otra etapa que se resolvio al sprint, hiciera como el tio ese que se volvió loco, y la emprendió a cabezazos en carrera contra otro del equipo rival... No sé, por ejemplo, no me imagino a Cristiano Ronaldo con el balón controlado encarando a Valdés y porfiando hombro con hombro con Pique y que el blaugrana se pise el cordón, tropiece, muerda el suelo y el portugues se pare y le ayude a levantarse... O más frecuente, en la fórmula 1, el coche de de Button, que lidera la carrera, se la pegue contra un muro de contención, producto de perder una rueda y Alonso pare para echarle una mano...
¿ Quizá mi opinión sería distinta si hubiera sido al revés ?... Uhmmmmm, de verdad, no lo creo. Pienso que en el deporte a veces ocurren estas cosas por el infortunio, la mala suerte, o como dijo el mítico Bernard Hinault, producto de un fallo personal de Schleck, que no cambió correctamente los piñones en la subida.
El caso es que nuestro chaval al subir al podio para envestirse con la ropa más deseada por todos los ciclistas del mundo, y escuchar la pitada de reproche de los franchutes allí presentes, recriminandole su actuación, se desmoronó. Y cometió el error, producto de su sencillez y la amistad que le une a su oponente, de pedir perdón. Disculpas por algo, que en mi opinión no hubieran sido necesarias. Pero insisto, habla muy bien de él.
Para callar bocas, llegó la etapa estrella del Tour, la subida al Tourmalet. Aqui se resolvería según los entendidos la prueba ciclista de este año. Pero no fue así. Los grandes protagonistas de esta edición, los más fuertes, se encontraron sólos coronando la cima. Y allí fue cuando Alberto, tuvo el extraordinario gesto de no luchar por la victoria y permitir a su rival, y sin embargo amigo, pasar la línea de meta por delante de él. Gestos como este engrandecen el deporte y en especial, el ciclismo. Me emocione viendolo.
¡¡¡ Qué grande eres Alberto Contador !!!
Hasta la próxima amig@ !!
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