Saber reconocer nuestros errores !!




Muy buenas !!

"Errare humanum est". Fuera de toda mi intención resultar pedante... Se trata de una frase que aunque en latín, pienso que el que mas, el que menos, la ha escuchado alguna vez. "Equivocarse es humano" su traducción más adecuada.


Nadie esta a salvo de cometer errores. Un error entendido como el hecho de tomar una decisión que ha conllevado una acción con un resultado no deseado. Los errores por lo general afectan de manera directa a quien lo comete, pero esas acciones también pueden conllevar efectos sobre terceros.

Cada día, tenemos que tomar centenares de decisiones. Muchas de ellas las tomamos de manera inconsciente, como puros autómatas, basadas en el conocimiento y la experiencia. Por ejemplo, apenas levantarte de la cama, cuando introduces tu taza de café con leche en el microondas para desayunar. Ya sabes que debes ponerle 2 minutos exactos. Si le pones menos, te sabrá frió. Si le pones más tiempo, el café se derramará al llegar a ebullición. Un día te paso aquello, porque tomaste una decisión equivocada. Ahora, en cambio... hasta medio dormido, eres capaz de girar la ruedecita del electrodoméstico y programar el tiempo justo sin pensarlo.

¿ No te ha pasado alguna vez que estando ya en la oficina, has pensado... cerré la puerta de casa al salir, con la llave ?. Si. la cerraste, como todos los días. Pero ya lo tienes tan interiorizado que actuas sin pensar.

Luego están aquellas otras decisiones que nos cuestan más tomar, motivado porqué desconocemos cual puede ser el resultado exacto de nuestros actos. Eso es lo que nos hace pasar de niño a adulto. Tomar decisiones, significa asumir las posibles responsabilidades derivadas de tus actos. Los niños, salvo excepciones muy raras (hablaríamos de niños maduros) no piensan en ello. Actúan sin pensar en las consecuencias.

Cuando esa decisión finalmente se lleva a cabo, provocando en un tercero un efecto no deseado, es cuando debemos asumir la responsabilidad del acto y las consecuencias derivadas de ello. Es cuando entra en escena otro aspecto importante... la moralidad o la ética del ejecutor.

Las personas, por lo general, cuando acometen una acción que puede afectar a otra persona de modo negativo, pasamos por diversas fases, que dependiendo del grado de moralidad o ética del actor, darán lugar a las preceptivas disculpas al perjudicado o por el contrario, de refuerzo de esa acción a sabiendas que no es la correcta.

Creo que hay demasiado orgullo malentendido en nuestra sociedad. Lo veo todos lo días a mi alrededor. Cuesta mucho pedir disculpas y se prefiere sin embargo, refugiarse en sus trincheras, autoconvenciendose con argumentos artificiales que su acción era la apropiada. E incluso, es más...darle la vuelta a la tortilla, sintiéndose el ofendido. Sólo si acaso, la otra persona muestra algún signo de acercamiento, es cuando se reconoce que quizá la acción no fue la más correcta.

Pedir perdón, no nos hace débiles, nos hace más humanos. Mejores personas.

Y saber perdonar también. Más aún, si cabe. Todos merecemos segundas oportunidades. Todos nos hemos equivocado alguna vez, cuando no hemos sido capaces de visualizar las consecuencias de nuestros actos.

Pero ante todo, hay que ser capaces de saber reconocer cuando nos equivocamos.

Hasta la próxima amig@ !!
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Comentarios

JCR ha dicho que…
Toda nuestra vida es un error, lo que sucede es que vivimos en tiempos en el que todo el mundo se cree el culo del mundo, nos falta humildad, movidos por intereses, competencia y sin pararnos a pensar sobre las consecuencias de los errores cometidos.
Creo que pensamos en eterno no en sentimientos.
Reconocer errores, saber perdonar cuando tienes tiempo de hacerlo, de lo contrario puede ser demasiado tarde y sin querer hacer publicidad, en mí corto 48 HORAS hablo de ello.
Anónimo ha dicho que…
Pues es verdad, nos cuesta mucho pedir perdón... no sé por qué...(Yo pido poco "perdón" porque normalmente suelo llevar razón en casi todo...je, je, es broma). Reconozco que todos nos equivocamos y rectificar es de sabios.. igual deberían hacer más hincapié en la escuela... aunque yo enséñé a mi hijo a pedir perdón, y ahora me arrepiento! está con el perdón a todas horas! ja ja ja...Un beso. Ágatha.